Tras frustrar los planes de los villanos que se escondían en la Fortaleza del Páramo nuestros pjs decidieron descansar unas pocas semanas en Refugio Invernal. Poco tiempo después les llegaron rumores de guerra procedentes de la lejana ciudad de Mirador Como Refugio tenia pocas aventuras que ofrecer, nuestros héroes decidieron que había llegado el momento de abandonar el valle Nentir así que, tras preparar su equipo partieron hacia el sureste.
Casi dos semanas mas tarde, el grupo llego a las montañas Morada-Petrea y los héroes se apresuraron a buscar refugio, y nuevas aventuras, en la imponente Mirador.
Tras la primera toma de contacto con la urbe los compañeros se toparon con un joven guardia originario del mismo Refugio Invernal. Gracias a él, contactaron con el ayudante de uno de los consejeros de la ciudad que tenia un trabajo para ellos. Resulta que el consejo quería derrumbar un pequeño paso secundario en las montañas. El motivo era que, pese a que el paso principal estaba protegido por un fortaleza enana, bandas de goblins se colaban continuamente en el valle por estos caminos secundarios. Además, el problema consistía en que solo un alquimista (bastante trastornado) era capaz de crear la sustancia necesaria para el derrumbe, y este alquimista sentía bastante rencor por el consejo de Mirador pues hacia unos años había sido expulsado de la ciudad por sus peligrosos experimentos con sustancias explosivas.
Así que nuestro grupo fue contratado para que, por las buenas o por las malas, convenciera al alquimista de que tenía que colaborar...
Foto1 (Tal como nos habían advertido el mago se niega a colaborar. Entramos en su refugio y nos toca combatir con su sirvientes Homunculos mientras el alquimista-mago, a distancia, nos mete un Proyectil mágico tras otro. Mi paladín dragonido carga contra uno de los perros mecánicos, y una vez mas cae en un trampa de foso)
Foto 2 (La hechicera ha caído gravemente herida a causa de los proyectiles del mago. A la derecha nuestra druida combate con un homunculo mientras yo trato de cargarme al otro. Al fondo el mago ríe como un loco...)
Finalmente el mago se rindió cuando acabamos con sus sirvientes y accedió a colaborar.
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He actualizado un poco la entrada de "Los Valientes de aventuras" añadiendo a la druida
ResponderEliminarA ver si averiguamos pronto el nombre de la druida para que los bardos puedan incluirlo en las canciones sobre las hazañas de este valiente grupo.
ResponderEliminarUn saludo
Chuck
Bruja tiflin:
ResponderEliminarVale, ya sé el nombre, será SELMHA.