jueves, 23 de julio de 2009

Diario de campaña nº 16

Anoche tuvimos nueva sesión de juego de La campaña Nentir. Podemos decir pues, que las dos partidas que llevamos entre manos vuelven a estar en marcha tras el parón de las vacaciones.

Recordemos que dejamos nuestros héroes a bordo de La pescadilla acompañando a un noble que tenía asuntos que resolver en la ciudad de Punjar. Estaban a punto de desembarcar cuando el noble los llamo a su camarote para contarles el verdadero motivo de su viaje a la ciudad. Al parecer hace un par de semanas había recibido una nota de un hermano que no veía desde mucho tiempo atrás.

Esta es la carta que les mostró:

Los aventureros no dudaron de la historia del noble en ningun momento y de decidieron ayudarle... tenian que internarse en las decadentes calles de los "barrios bajos" de Punjar en busca de la "llave" (fuera lo que fuese)

Foto 1 (Los aventureros encuentran el callejón. Mientras unos vigilan, un pequeño grupo entra en el establo abandonado... pero son sorprendidos por un Otyugh que acecha bajo los montones de paja podrida)

Foto 2 (La guardia (mal pagada y corrupta) aparece en la entrada del callejón y los héroes se ven forzados a luchar con ellos y obligarlos a huir. El pícaro Eimoss casi muere bajo sus espadas)

Foto 3 (Los establos ocultan una entrada al alcantarillado donde finalmente encontraran la "llave". Sin embargo allí se topan con los sicarios del Rey de los mendigos)

Al final consiguieron "la llave" y pudieron regresar a al velero para alejarse de Punjar y sus intrigas... por el momento.

2 comentarios:

  1. lo de eimos no estuvo mal, no todos los dias se ve a un pj a -9pg. pero ese breve espacio de tiempo en el que Rochus y Farete se dejaron llevar por su encegamiento cerril persiguiendo a sus perseguidores......... Bufff como susto tampoco estuvo nada mal. jajajajajajaja

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  2. Cierto
    Fue una lastima no poder flanquear a ninguno de ellos con mis pícaros/sicarios.

    Si lo hubiera conseguido, en estos momentos habria un cadaver pudriendose en las alcantarillas de Punjar... una lastima

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