jueves, 6 de octubre de 2016

Edad Oscura; Sesión 10

La campaña avanza a buen ritmo aunque en esta última sesión una de los personajes encontró la muerte definitiva a manos de un Hombre Lobo cuando las posibilidades de impactar contra él eran pequeñísimas... una pena, pero que le vamos a hacer. Estoy adelantando cosas, paso al resumen:

En esta aventura los personajes se encontraron con un encargo un tanto fuera de lo común. Según les relataron los primogénitos, en la costa de Northumbria y algo más al norte de su dominio, existía un enclave religioso ubicado en un pequeño islote. El monasterio en cuestión se conocía como la Abadía de Lindsfarne y no se encontraba bajo la "protección" de ningún principado habiendo sido habitado por monjes benedictinos durante varios siglos. Los religiosos estaban muy expuestos al pillaje y habían sufrido varias incursiones Vikingas a lo largo de su historia. El "tesoro" principal de los monjes era una importante colección de reliquias que incluían los huesos de San Cuthubert, patrón de Northumbria.

 El caso es que varios antiguos vampiros temían que las reliquias fueran profanadas y saqueadas, o peor aun que cayeran en manos de usuarios de Fe verdadera que terminarían usándolas contra los cainitas. Así que alguien había usado su "persuasión" sobre el Arzobispo de Canterbury para que este enviara una comitiva a Lindsfarne con la orden de llevar los huesos del Santo a un lugar más seguro...y el sitio escogido había sido la iglesia de Durham.
El príncipe de Durham estaba satisfecho. Aunque tener los huesos era en cierto modo peligroso, la presencia de las reliquias en la iglesia garantizaría la visita de miles de peregrinos todos los años y un aumento de estatus para todos. Así que la misión de los personajes consistía en visitar la abadía y asegurarse que los huesos eran trasladados.

Por supuesto la cosa no fue tan sencilla. Cuando llegaron a la isla se encontraron con que habían llegado dos comitivas distintas. La primera de ellas eran los enviados del Arzobispo con el mandato de enviar las reliquias a Durham, pero la segunda estaba compuesta por Mendicantes que aseguraban tener un edicto papal para trasladar los huesos a Chester (que en nuestra campaña es el centro neurálgico de la pre-inquisición en Britania)


 Así que entre el rezo de Vísperas y el de Completas los personajes tuvieron que moverse por los pasillos de la Abadía. Ofuscados o disfrazados y usando sus poderes de dominación consiguieron idear un plan para que el Abad no tuviera en cuenta el edicto papal y si la orden del Arzobispo sacando esa misma noche las reliquias de la abadía en dirección Durham. La visita también les sirvió para conocer a uno de los misteriosos y poco numerosos vampiros del clan Salubri (único cainita en la isla)

Cuando todo terminaba, llegó un drakkar (avanzadilla de una importante incursión a las costas) y tuvieron que combatir contra los vikingos que contaban con unos pocos Hombres Lobo entre sus filas. Aquí es donde el toreador del grupo cayó bajo las garras de un Crinos.

Los pjs han vuelto a toda prisa a Durham pues los vikingos han desembarcado un  numeroso ejército en sus costas. Se han enterado que la guarnición del castillo de Dhian ha traicionado al reino y se ha unido a los invasores y esto solo puede significar una cosa...que el primogénito Brujah de Durham se ha aliado con un grupo de Hombres lobo para atacar al príncipe.

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