Campaña Reinos Olvidados nº10

Saludos La décima sesión de juego empezó con una toma de decisiones. Tras hablarlo un poco la opinión general del grupo era que todavía no eéramos lo suficientemente poderosos como para enfrentarnos al joven dragón rojo con garantías, así que decidimos regresar. Durante el trayecto haríamos escala en la gran ciudad de Aguasprofundas para gastarnos el tesoro que llevamos acumulado en jugosos objetos mágicos y de paso tratar de visitar las grandes bibliotecas de la ciudad en busca de información. Así lo hicimos y quemamos nuestro oro rápidamente aunque la tarea de buscar información era descomunal por la cantidad de volúmenes a consultar. Decidimos que lo mejor era contratar a un erudito (tirando de Recursos para que fuera un viejo amigo) haciéndole un encargo claro: recabar todos los datos posibles sobre las reliquias de la tumba Phaerim, especialmente sobre la corona. Después terminamos la travesía y nos pusimos a descansar en Aguasfuertes a la espera de que una nueva aventura llamara a nuestra puerta...aventura que no tardó en aparecer. Felwar, miembro de la comunidad enana de exiliados en Secomber, quería contratarnos para que inspeccionamos el antiguo reino de su clan: los salones del martillo. Pactamos una buena recompensa y nos pusimos en marcha dispuestos a estrenar nuestras nuevas adquisiciones La primera parte fue sencilla pero al entrar en el complejo subterráneo descubrimos que unos Duergars ocupan el lugar. Una guarnición de enanos grises vigila un puente así que nuestra medi-drow avanza simulando que es perseguida para en el último momento lanzar una nube de oscuridad que oculta nuestro avance Nuestra distracción es suficiente para conseguir que no derrumben el puente. Cuando la oscuridad se disipa cargamos contra ellos. Algunos enanos se hacen invisibles mientras otros doblan su tamaño. Pese a eso no son capaces de contener el ataque La guarnición no nos dio mucho problema pero gracias a ellos averiguamos que las minas estaban ocupadas por un clan de trescientos enanos (aunque mi perspicacia me hace pensar que nos estaba engañando). Aun así decidimos no arriesgar pues el objetivo final de la misión era encontrar un martillo sagrado para los enanos de Secomber y las salas donde fue visto por última vez estaban en los niveles intermedios. Encontramos la sala del martillo en unas estancias "vacías". Vemos el arma sagrada en un pedestal aunque nosotros ya sabemos que el objeto esta maldito y solo un miembro del clan puede cogerlo: para eso ha venido Felwar con nosotros. El joven enano, descendiente de los antiguos reyes del lugar se adelanta... y entonces se nos tiran encima un grupo de espectros La lucha con los fantasmas fue bastante dura y puedo asegurar que salimos airosos gracias a que nuestro brujo había lanzado un ritual de Luz cadavérica que nos ayudaba a detectar la posición de nuestros enemigos. Al final discutimos un poco con Felwar pues se empeñaba en querer pegar un vistazo a las minas. Nosotros no estábamos dispuestos a llegar más lejos así que tuvo que resignarse y regresar con nosotros a la superficie (estamos un poco cagones últimamente)